Estas líneas se las quiero dedicar a María.
María es una estudiante de magisterio que ha compartido con mi clase y conmigo dos meses de trabajo intenso. Ha estado haciendo las prácticas del tercer curso de carrera en nuestro aula y ha sido una gran compañera para mi y una gran maestra para los chavales.
Su gran disposición para trabajar hace que confiemos en las nuevas generaciones que ocuparán las aulas. Muchas veces dudo de la vocación de los maestros para con su futuro trabajo, y he podido comprobar que a veces hacer una carrera dedicada a la docencia no es sinónimo de compromiso con el trabajo para el que "supuestamente" la facultad nos prepara.
Ser maestro es acompañar a los alumn@s en su proceso de aprendizaje, sea cual sea el momento en el que se encuentren. No existe la clase perfecta y el que no sea capaz de ver eso es mejor que abandone los estudios o el ejercicio de su profesión. A veces una retirada a tiempo es una victoria.
Desde que vi a María el primer día que llegó al cole le dije" vas a trabajar mucho" , y así ha sido. Codo con codo hemos ido construyendo el aula que en ese momento tocaba, con el momento evolutivo a nivel emocional y cognitivo en el que están los niñ@s.
María ha hecho un trabajo maravilloso y sé que su buen hacer la va a convertir en una gran maestra. Enhorabuena y mucha suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario