miércoles, 21 de agosto de 2019

CONFÍO EN TI.

"No puedo", es una frase muy utilizada por los adultos, incluso cuando creemos que sí podemos, porque pensamos que enfrentarnos a cualquier situación y decir abiertamente que vamos a poder con ello nos coloca en una posición de superioridad respecto a los demás... Y nada más lejos de la realidad. Decir abiertamente que podemos lograr algo es visualizar el éxito, es asegurar en un porcentaje alto el logro del objetivo a cumplir.
Esta lección la he aprendido hoy a los cuarenta y poco, que diría Sabina.
Mi familia y yo estamos de vacaciones en Euskadi, tierra maravillosa donde las haya, vaya eso por delante. Nos encanta el monte y patear y el dueño del hotel rural en el que estamos alojados nos va diciendo cositas que podemos hacer. Nos propuso una subida al monte Anboto...,nosotros dijimos que claaaaaro que sí, después de subir el Ogoño (otro punto interesante para hacer con niños) nos parecía todo coser y cantar... Error , o eso creímos en un principio. Casi 12 km desde el centro de interpretación de Urkiola. Subimos el primer pico, Urkiolagirre, buena pendiente... Seguimos y el siguiente era el Anboto, bien hasta los 900 metros antes de la cima. Todo roca, hojas resbaladizas, ruta marcada con hitos, que con las rocas no distinguiamos... Y mi chico y yo decidimos, por el bienestar de nuestras hijas, descender antes de que todo se complicara. Somos dos adultos responsables y aquello creíamos que no podíamos con ello... Pues en ese momento que decidimos dejar de subir a la cima, nuestra hija mayor (10 años),llorando nos pide que sigamos, que sí podemos, que ella ve el camino de los hitos y las señales. En esto su hermana (de 7 casi 8, como dice ella) dice que claro que podemos subir y si subimos podremos bajar.
Pues después de deliberar durante escasos minutos accedimos, especialmente para dejar de oír llorar a la mayor, y seguramente con una dosis de irresponsabilidad por nuestra parte... Comenzamos a subir, confiamos en el sí puedo de las niñas, ellas saben que no hay nada imposible y que el límite lo ponemos nosotros, si llegamos hasta aquí solo es un poco más...  Pues bien, objetivo cumplido, subimos hasta arriba, comimos y bajamos. Poco más de 5 horas y media, casi 15 km, (la vuelta la hicimos más larga por ir por pista, porque otro pico más...uffff😅😅😅😅).
Con todo esto lo que quiero es atender al "si puedo" de los niños, si nosotros confiamos en ellos, ellos lograrán sus metas. Si el objetivo es que sean felices con lo que hacen, confiemos en lo que hacen. Nuestros miedos son sus no puedo, así que no transmitamos esos miedos, manifestémoslos para que pierdan fuerza y confiemos en el alma infantil que todo lo puede.
Gracias a mis chicas Alma y Elsa, por lo aprendido en el día de hoy.