Tras la vuelta de vacaciones vimos la necesidad de hablar sobre los regalos, lo efímero de lo material y lo perdurable de lo emocional. Supimos que nuestros alumnos deberían valorar lo que les regalaban, pero por encima de eso están "regalos" inmensamente valiosos, y que no se venden, no están en ninguna tienda... están en nosotros.
Un día en clase apareció una caja que contenía a su vez otras cajitas con regalos impagables. Fuimos leyendo esos regalos y valorando dónde los podíamos encontrar. El amor, la amistad, alegría, ayuda, verdad, bondad y perdón. También había algunos regalos trampa, esos regalos que nos hacen felices por un instante pero luego se vuelven en nuestra contra, como por ejemplo mandar en los amigos o tener muchos juguetes.
Leímos uno por uno y fuimos comprobando si eran buenos regalos o regalos envenenados. Una vez hecha la lectura y la clasificación vimos que los buenos regalos, los de verdad de la buena, no se compran ni se venden, porque solo están dentro de nosotros.
Por último decoramos una cajita donde estaría nuestro mejor regalo y dibujamos quien era el mejor regalo que nos podían hacer... Os sorprenderíais de ver quien aparecía dentro de las cajitas, muchos papás y mamás, hermanos y hermanas, amigos, tíos y tías e incluso mascotas. A nosotras nos dio mucha información sobre nuestros alumnos, el momento evolutivo en el que se encuentran (alguno se dibujó a si mismo, seguimos en etapa de egocentrismo), también de las relaciones que se establecen entre los miembros de la familia y amigos, y por supuesto de lo que significan los animales de compañía en sus vidas.
Os dejamos una pequeña muestra de todo ello, y además nos gustaría que sirviera de reflexión sobre lo material y lo emocional...¿qué es lo más importante? ¿que valoran más nuestros niñ@s? ¿y nosotros, qué les enseñamos emocionalmente?
